Título: Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea
Autor: Annabel Pitcher
Nº de páginas: 240
Editorial: Siruela
Año de edición: 2011
Esta primera novela de la autora británica Annabel Pitcher, nos presenta la dura y cruel realidad a la que se tiene que enfrentar una familia disfuncional tras un atentado terrorista que se produjo en Londres el 9 de septiembre, narrada desde el punto de vista de Jamie, un niño pelirrojo de diez años, cuya hermana mayor murió en dicho atentado. Desde ese día, Jamie y Jas, hermana gemela de la niña fallecida (Rose), ven sus vidas brutalmente afectadas por este terrible suceso, quedando relegados en un segundo plano desde el punto de vista de sus progenitores que son incapaces de superar la pérdida de su pequeña fallecida, desatendiendo las necesidades básicas de sus otros dos hijos. Los padres se separan, cada uno llevándose una parte de los pedazos que encontraron de Rose. La madre enterró los restos y abandonó la unidad familiar para irse a vivir con su terapeuta. El padre los incineró y los colocó sobre la repisa de la chimenea. La familia se muda a un pueblo diferente con la esperanza de que las cosas mejoren, pero en lugar de eso, van a peor; la madre no llama ni visita a sus hijos, el padre se emborracha constantemente y Jamie sufre bullying en el colegio.
Jamie no entiende como su padre es capaz de poner comida al lado de la urna de su hermana, así como de hacerle regalos y hablar con ella, cuando a él no le presta prácticamente atención e incluso le reprende por no llorar ni echar de menos a Rose. Del mismo modo, Jas es duramente tratada por cambiar su apariencia para no parecerse a su hermana gemela muerta. Por otra parte, la única amiga de Jamie en el colegio es musulmana, y su padre odia profundamente al colectivo musulmán tras el atentado, por lo que el niño se siente culpable cada vez que está con ella.
Es un libro muy duro que nos provoca reflexiones sobre distintos temas de la sociedad actual, todos ellos ligados al acontecimiento central de un cruel atentando y la muerte de una niña. La historia está narrada con inocencia, sinceridad y humor, en la que se utiliza el recurso de un niño narrador que va desvelando el horror del mundo de los mayores, siendo una víctima directa de éste. La prosa es clara, concisa y sencilla, característica de un niño de diez años.
En definitiva, una historia diferente, maravillosa y cargada de ternura que te remueve por dentro, altamente recomendable para todos aquellos que les gusten las lecturas duras y a la vez entrañables.
Lo único que oía eran las palabras de Sunya "Me gustaría ser normal". Me dieron ganas de acercarme a ella y cogerle los puños y ponerle el anillo y decirle "Yo me alegro de que no lo seas"
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